Allá por los años 80, lo que se llevaban eran las reverbs pasadas de rosca (aparte de las hombreras y los peinados neorrománticos, claro), y tras una temporada de uso universal, surgió una obsesión por las reverbs ya no exageradas, sino invertidas. Sobre instrumentos funciona que no veas…
…Y sobre voces, también. Si te decides a resucitar esa clase de efecto, emplea una reverb bastante densa y audible –ajustes que, en condiciones normales, nunca usarías sobre la voz.
Otra idea es aplicar una puerta de ruido sobre el canal de reverberación. En cualquier caso, la reverb invertida produce una sensación de anticipación, donde cada palabra va precedida de un efecto etéreo como de succión del audio –un toque interesante, por mucho que recurra a una técnica que algunos tachan de trillada.
Es fácil: inserta el efecto sobre un bus auxiliar, y encamina la pista de voz hacia allí. Ahora, usa la función de inversión de audio del secuenciador sobre el clip que contiene la voz, e inicia la reproducción mientras capturas la señal del bus. Invierte el clip resultante del volcado, y ubícalo con la cola inicial en posición previa a la del clip de voz (cuya inversión habrás deshecho): si las crestas de ambos coinciden, la reverb precederá a cada palabra.
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