Mejora tus habilidades de diseño sonoro con nuestra guía sobre las seis principales fórmulas de síntesis: Sustractiva, FM, aditiva, modular, modelado físico, y granular…
EL SONIDO DE LOS sintes analógicos sustractivos es genial, y son fáciles de usar. Como producen sonidos de una complejidad limitada, tienen cierta claridad que los hace destacar en una mezcla. No es de extrañar, entonces, que normalmente sean la primera elección para los bajos potentes y los sonidos solistas desgarradores.
Pero sigamos nuestro periplo por los diferentes métodos de obtención sónica: La síntesis FM extrae su potencia de una idea simple: si modulas la frecuencia de una señal –la “portadora”– con la frecuencia de otra –la “moduladora”–, el resultado es un tono rico en armónicos. Alterando la amplitud y la frecuencia del oscilador modulador se varía este tono. Un oscilador FM –normalmente nada más complejo que una simple onda senoidal– combinado con las etapas de amplificación y envolvente se conoce como un “operador”. Cuantos más operadores tengas, más complejos serán los sonidos que puedes crear.
Más allá de la modulación en frecuencia, es posible explorar la síntesis aditiva, que como su nombre indica, es el opuesto a la síntesis substractiva. Allí donde la síntesis substractiva se basa en un filtro que recorta una forma de onda compleja, en la síntesis aditiva el sonido se construye paso a paso, forma de onda sobre forma de onda. Podrías comparar la síntesis substractiva con golpear un gran bloque de granito para obtener una escultura. Mientras que la síntesis aditiva, es semejante a mezclar capas de colores con delicadeza para crear una pintura. La primera produce un resultado inmediato a partir de la fuerza bruta, mientras que la segunda requiere tiempo, paciencia, y un conocimiento considerable de la física del sonido para obtener resultados aceptables.
El sintetizador modular… con sólo escucharlo, evocamos visiones de inmensos paneles frontales escondidos tras una maraña de cables, lámparas incandescentes que parpadean frenéticamente al tiempo de las secuencias de pulsos, y enormes campos de potenciómetros y conmutadores que controlan los electrones domesticados a duras penas. En los primeros días de la música electrónica, la síntesis se limitaba a estas máquinas gigantescas. Y aún a día de hoy, nada es comparable a la flexibilidad de una máquina modular. Vale, la mayoría de los sintes compactos ofrecen suficientes opciones de modulación para mantener ocupado a cualquier sintetista, pero el auténtico explorador sonoro se encontrará tarde o temprano con las limitaciones del diseño estándar de tres osciladores. La síntesis modular satisface el deseo de escapar de la ruta de señal prefabricada.
Para muchos de estos diseñadores, la síntesis supone principalmente explorar nuevos paisajes sonoros e instrumentos fantásticos que nunca han existido. Incluso llega a ser un tema académico, un modo de mejorar su comprensión de la acústica recreando la respuesta de instrumentos reales a través de métodos artificiales. Por tanto, ¿qué haces si quieres crear sonidos de la nada, pero necesitas algo suficientemente complejo como para simular el comportamiento real de un instrumento acústico? La respuesta está en la técnica de síntesis conocida como modelado físico –PM–.
El modelado físico es un proceso por el que las propiedades de un instrumento físico son simuladas mediante el uso de complicadas fórmulas matemáticas. Un instrumento modelado se centra en una combinación de “excitadores” y “resonadores”. Un excitador es algo que pone en movimiento un objeto resonante –una púa es un excitador, como lo es un arco, una maza o el soplo del aire por una lengüeta–. Una cuerda de guitarra es un resonador, al igual que un tubo hueco o un parche de batería. La cavidad del cuerpo de la guitarra también es un resonador. Creando los modelos de una púa, una cuerda y un cuerpo hueco, podemos obtener un sonido de guitarra acústica bastante convincente.
Por desgracia, el modelado físico no es tan sencillo como las matemáticas. Un instrumento acústico requiere de práctica y habilidad en su interpretación para sonar bien, y lo mismo sucede con un instrumento modelado.
Para finalizar, la síntesis granular consiste en romper un sonido en partículas de muy corta duración –sólo unos pocos milisegundos. Estas partículas, o granos, se pueden separar, reordenar y reproducir como un nuevo timbre. El resultado suele ser bastante sobrenatural. El material de origen puede ser cualquier sonido, como un sample, una forma de onda sintetizada o incluso una entrada de audio. Cada sinte o sampler granular es diferente, pero los parámetros comunes que puedes encontrar son la densidad de los granos y la duración, y en ocasiones detalles como offset, jitter, tiempo de inicio, panorama, tono y amplitud.
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Publicado originalmente en Computer Music 78