Si aún a día de hoy casi todas las grabaciones de alta calidad se basan en amplificación a válvulas, es porque aún ningún otro sistema ha sido capaz de igualar la riqueza armónica, calidez y pureza de sonido de la electrónica de la válvula. De modo que si te consideras un melómano decepcionado al comprobar que la música se ve menospreciada por la pobreza del audio comprimido que se erige como formato estandarizado, una posible solución pasa por la adquisición de una estación para iPod basada en válvulas como la iTube ValveDock edición Carbón.
Aunque si no lo crees, al menos debes admitir que resulta curioso que ostente el premio de producto innovador de EMEA. Y aún llama más la atención si te detienes a pensar que la firma, tras la que ideas como esta llegan a ver la luz, es una legendaria marca de equipamiento profesional de estudio. ¿Hacia dónde va la industria musical?
El cargador y amplificador hace gala de un robusto chasis lacado en negro, en el que deslumbran sus tres válvulas. Posee conectores para todos los modelos de iPod excepto el Shuffle, además, cuenta con otras dos entradas adicionales, y salidas de video en S-Video y compuesto –en RCA– y por descontados, los conectores para dos parejas de altavoces. Dispone de mando a distancia para controlar remotamente los 25W por canal. Lo mejor de todo es que, según las críticas, la válvula es capaz de recuperar el detalle perdido en la compresión mp3. Y no lo negarás, quedará precioso coronando cualquier sistema de Teatro en casa por sólo 677 euros.