Al igual que sucede en la circulación de corriente eléctrica, una señal de audio se transmite a través de un cable mediante el movimiento de electrones libres…
Si queremos dar una respuesta plausible y realista a la pregunta de este post, tenemos que recurrir obviamente a la Física de la Materia, y concretamente al nivel ínfimo de los átomos. Éstos se componen a su vez por los protones -que almacenan carga eléctrica positiva-, los neutrones (que no poseen carga eléctrica) y los electrones -que, sí lo adivinaste, poseen una carga negativa. Así las cosas, las señales de audio analógico -que en último término, son señales eléctricas variables de cierta tensión- circulan por los conductores de cobre de un cable de audio gracias al movimiento de los electrones libres.
En realidad, tanto los protones como los neutrones permanecen estáticos, y muchos lectores quedarán sorprendidos al saber que los electrones se mueven con velocidades de desplazamiento muy reducidas en un medio de cobre. Su velocidad de movimiento depende de la densidad de corriente, principalmente, la cual es realmente baja en un medio continuo como es un cable de audio -dicha velocidad de los electrones en su movimiento es del orden de un milímetro por segundo en un multiconductor convencional de cobre de alta pureza.
La señal de audio de tus instrumentos y las bolas del Péndulo de Newton
Ahora cabe preguntarse cómo es posible entonces que la señal de audio analógico de tu instrumento -sintetizador, caja de ritmos, el que sea- «viaje a toda velocidad» por el cable nada más lanzar una nota musical. En realidad, son los electrones libres los que transfieran esas señales, ya que están presentes en el cable en cifras enormes, tanto en su número como en su densidad por unidad de superficie.
El efecto de transmisión de la señal de audio analógico tiene lugar al instante, y es por eso que, coloquialmente, comparamos su velocidad con la de la luz…
Cuando conectas cables a las salidas de audio estéreo ‘L’ y ‘R’ de tu instrumento, estás creando y cerrando en realidad un circuito eléctrico para el movimiento libre de dichos electrones. Y su movimiento combinado es el que transfiere las señales eléctricas del audio entre los conectores de sus extremos: sólo tienes que pensar en el clásico experimento del Péndulo de Newton, sí esas bolitas pendientes de hilos sobre una estructura, que transfieren el movimiento de la primera bola que impacta hasta aquella ubicada al final de la fila.
Por muy distante que se encuentre la última bola de acero en el Péndulo de Newton, ésta se moverá cumpliendo las leyes de la Física que gobiernan la conservación de la energía y de la cantidad de movimiento. En un cable de audio, los electrones se comportan de una forma similar, aunque la intensidad de la señal de audio puede sufrir una atenuación debido a la longitud y la resistencia propia del conductor. En términos prácticos, el efecto de transmisión de la señal de audio analógico a lo largo de un cable, tiene lugar al instante, y es por eso que, coloquialmente, comparamos su velocidad con la de la luz.